Cuando salia de Jericó, acompañado de sus discípulos y de una gran muchedumbre, el hijo de Timeo; Bartimeo (Se llamaba Bartolomeo en realidad) un mendigo ciego, que estaba sentado junto al camino.
Al enterarse de que era Jesús de Nazaret, se puso a gritar (para que le curase): «¡Hijo de David(porqué lo llaman hijo de David si es "hijo" de José?), Jesús, ten compasión de mí!»
Muchos le increpaban para que se callara. Pero él gritaba mucho más: «¡Hijo de David, ten compasión de mí!»
Jesús se detuvo y dijo: «Llamadle.»
Llaman al ciego, diciéndole: «¡Animo, levántate! Te llama.»
Y él, arrojando su manto, dio un brinco y vino donde Jesús. Jesús, dirigiéndose a él, le dijo: ¿Qué quieres que te haga?» (que va a querer? pues que le cures....)
El ciego le dijo: «Rabbuní, ¡que vea!»
Jesús le dijo: «Vete, tu fe te ha salvado.» Y al instante, recobró la vista y le seguía por el camino.
Marcos10 45-52
viernes, 9 de noviembre de 2007
El ciego
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